Concentración. Casi puede palparse el esfuerzo de los cofrades por salvar esquinas, calles estrechas y cuestas imposibles.
Es un esfuerzo titánico, que a la luz de los faroles de la Cruz de Guía toma matices sobrenaturales. El sonido a castañuela de la chasca marca el ritmo. Los nazarenos portan cruces y velones, señalizando el recorrido que seguirán las centenarias representaciones sagradas.
Dieciséis hermandades se reparten el honor de acompañar a los pasos que descenderán de los altares, si el tiempo lo permite. Son tallas centenarias de gran valor, algunas como la de Nuestra Señora de los Dolores se le atribuyen a Luisa Roldán, la primera escultora andaluza del barroco.
El famoso escultor barroco Francisco de Ocampo es el autor de una de las imégenes más veneradas: el Cristo de la Vera Cruz.
Los costaleros se cargan de responsabilidad al cargar su paso y el del Cristo de la Humildad y Paciencia de la Hermandad de La Cañita, y se sirven de las correas del cincho sanluqueño para trasladarlos.
Es una de las celebraciones de Semana Santa más importantes de Cádiz y en ella, la catedral de Nuestra Señora de la O, tiene un protagonismo especial.