Enrique de Guzmán, II Conde de Niebla, compró en 1424 las “casas e sobrados e corrales” en la “Postigo de la Mar” hoy Hospedería Palacio de los Guzmanes, que se encuentra situada en el barrio alto de la ciudad de Sanlúcar de Barrameda, junto a la iglesia mayor de Nuestra Señora de la O, en pleno centro del casco histórico, formando parte del Palacio de los Guzmán, ubicado dentro del perímetro del antiguo alcázar árabe de finales del siglo XI, rodeado en su mayor parte por los jardines del palacio.
El conjunto, de los siglos XII y XIII, tuvo su entrada principal en la actual Cuesta de Belén, siendo residencia esporádica de los primeros señores de Sanlúcar, hasta su instalación definitiva en 1524, fecha en que comenzarían las labores de embellecimiento y transformación del Palacio sanluqueño para convertirlo en “centro neurálgico” del señorío jurisdiccional.
Como se puede apreciar por sus vestigios, conserva muros y arcos de la primitiva construcción, alcanzando dichas estructuras los niveles situados por debajo de la Cuesta de Belén. En su día, estos arcos se comunicaban entre sí hasta llegar a las Covachas, o tiendas de las “Sierpes”. Sabemos por la documentación conservada en el Archivo General de la Fundación Casa Medina Sidonia, que esta parte del edificio se convirtió a lo largo de los siglos XVII y XVIII en las oficinas de la Secretaría de la Administración ducal, hasta llegar a la Guerra de la Independencia, momento en que las tropas francesas se instalaron en sus aposentos, modificando considerablemente los espacios, que quedaron para uso de hospital y caballerizas. Tras su partida dejaron el edificio casi arruinado, no corriendo mejor suerte el resto de las dependencias palaciegas.
En estas condiciones llegó al siglo XX, sirviendo tras la Guerra Civil Española de residencia a varias familias sanluqueñas, que se instalarían en las zonas situadas en el perímetro de la actual Hospedería y Cafetería, cerrando galerías y huecos, realizándose estas obras nuevas con mampostería muy irregular, que hubo de ser eliminada durante las sucesivas fases de restauración al que fue sometido todo este conjunto.
El edificio fue restaurado en el año 2000, donde se ha intentado recuperar la mayor parte de la construcción primitiva, ofreciendo la posibilidad a los clientes que nos visitan de disfrutar de unos espacios asentados sobre mil años de antigüedad y revivir aquella época en uno de los pueblos con más encanto de toda Andalucía, frente al Parque Nacional de Doñana.