El casco antiguo de Sanlúcar, el Barrio Alto, debe buena parte de su consideración como conjunto histórico-artístico a la multitud de templos que parecen hablar del pasado colonial de Sanlúcar. La Iglesia de Nuestra Señora de la O, cuya fachada es una impresionante mezcla de elementos góticos y mudejares, es un buen punto de partida. Su campanario ofrece una de las panorámicas más impresionantes de Sanlúcar.
El interior, de estilo barroco, alberga dos atractivos imponentes: el artesonado y la imagen del Cristo de la Vera Cruz que explican por qué se considera bien de interés cultural. Muy cerca, el actual auditorio de Sanlúcar de Barrameda ocupa el antiguo convento de la Merced, uno de los edificios más especiales de Andalucía porque las galerías del piso superior, ideadas para dar acceso al claustro, son, en sí mismas, bien de interés cultural.
Desde aquellas balaustradas, los monjes seguían con interés las obras de construcción de la lglesia Convento de Regina Coeli, que fue costeada por varias generaciones de integrantes del ducado de Medina Sidonia. La entrada al templo, de estilo renacentista, es una doble portada monumental que da acceso a un tranquilo patio en el que imaginar las bondades de la vida retirada.
Otro remanso de paz, a pesar de su ubicación en uno de los lugares más transitados de la ciudad, la plaza de San Roque, es la iglesia de la Santísima Trinidad. Resiste en pie desde el s. XV para dar refugio a algunas obras de arte de valor incalculable, como el Cristo de las Misericordias y la Virgen de los Dolores, protagonistas indiscutibles de la Semana Santa gaditana. No es la única en albergar un tesoro de valor incalculable en su interior.
El espectacular convento barroco de las Carmelitas Descalzas guarda el Códice de Barrameda, manuscrito de San Juan de la Cruz. Los versos que aún pueden leerse escritos de su puño y letra acompañaron a los religiosos que partían a evangelizar las Américas desde la vecina parroquia de Santo Domingo.
La ruta comercial con África y América trajo grandes alegrías a Sanlúcar y una prosperidad económica que permitió que, en las fechadas de sus templos, el barroco alcanzara un alto grado de calidad artística. Es también recomendable visitar el convento de los capuchinos y las iglesias de San Miguel y San Jorge.